jueves, 21 de mayo de 2009

The West Rider Pauper Lunatic Asylum - KASABIAN



Esta es la nota de prensa enviada por SONY sobre el nuevo lanzamiento de Kasabian

KASABIAN

Presenta su Nuevo album

“The West Rider Pauper Lunatic Asylum”



LANZAMIENTO 9 DE JUNIO
El disco llega precedido por el single “Fire”


Kasabian, los grandes herejes del rock Británico; renegados del siglo 21 con corazón románico, un deseo de poeta por la vida y una visión lisérgica para quemar los globos oculares de cualquiera que dudara de ellos.

“El tercer disco es aquel en que eres juzgado” dice Serge Pizzorno, refiriéndose al extraordinario nuevo álbum de la banda “The West Rider Pauper Lunatic Asylum”.

“Es donde te has establecido y la gente se da cuenta quién eres realmente. En términos de éxito hemos abierto una brecha en las paredes. Ya es tiempo de destruir el sistema desde adentro”.

Después de dos años elaborándolo, West Rider es el sonido de una banda en el pico de sus poderes. Un machacar de cincuenta y dos minutos de melodías que arañan el cielo, riffs electro-punk, sinfonías estilo Morricone, stomps Mariachis y canciones de cuna psico-pop. Es tanto una declaración a la medida de un estadio y una marca para la música de rock en 2009. Aún mejor, también vuela en la cara de la cultura pop descartable.

“El álbum se inspiró en películas como Holy Mountain (de Alejandro Jodorowsky)” dice Serge. “Es la banda de sonido de una película imaginaria. Queremos alentar a la gente a escucharlo como una totalidad. Actualmente la gente es alentada a pagar setenta y siete peniques para descargar una canción, y yo pienso que realmente subestima lo que los genuinos fans de la música quieren escuchar. Nosotros queríamos hacer un álbum que lleve al oyente en un viaje.”

Llegar hasta aquí ha sido un proceso que comenzó en 2007. Como todos los grandes álbumes, ha sido un cuento de pasión, perseverancia y más de algunas noches largas y oscuras del alma.

Cuando los compromisos de las giras por el segundo álbum Empire – en lo alto de los charts – (las ventas a la fecha: novecientos mil y siguen contando) finalmente llegaron a su fin, la banda se encontró de vuelta bajando a la tierra en Leicester, forzados a re-adaptarse a la vida cotidiana.

“Estuvimos de gira cuatro años sin parar” dice Tom. “Tocamos en todos lados desde estadios de béisbol en Japón hasta supermercados en México. Al final éramos como vampiros, alimentándonos de las giras. De pronto tú estás sentado en tu casa sin nada que hacer. Me volvió loco.”

Mientras Tom caminaba por las paredes, Sergio escribía. “Empire fue un momento difícil,” admite el guitarrista. “Esta vez yo quería tomarme mi tiempo y crear algo en una escala más grande. Siempre te dicen que deberías escribir diez singles exitosos, pero nosotros pensamos: tiremos todo por la ventana y seamos más mentales.”

Grabando en casa y en el propio estudio de la banda en una fábrica de calzado en desuso con “amplificadores locos, guitarras con tres diapasones y antiguos sintetizadores”, Serge se dispuso a sacar las sinfonías que tenía en la cabeza y grabarlas en una cinta.

“En mi casa yo tengo un pequeña piecita con una computadora, un par de sintetizadores y una guitarra” explica.” Yo pasaba horas trabajando en las canciones. Siempre me gustaron los álbumes conceptuales. Pepper (de The Beatles), Ogdens Nut Gone Flake’ de The Small Faces, ‘S.F Sorrow’ de The Pretty Things, y me dí cuenta que yo quería escribir canciones que funcionaran juntas como una totalidad. La emoción que logras a la tres de la madrugada cuando tienes un ritmo y la estrofa y el coro a la vez es todo lo que quiero.”

Una visión fugaz tentadora de esos experimentos sónicos llegó con el lanzamiento de ‘Fast Fuse’ como un single sólo para descargar en Septiembre de 2007. Un ‘Track De La Semana’ en NME (New Musical Express) completó el cuplé: “Soy el hijo de Lúcifer hecho de ácido salvaje/anteojos negros de sol ensombrecen el sol de la mañana”, era un recordatorio que cuando se escriben los himnos del rock ‘n roll, Pizzorno no tiene igual (si no es suficiente recomendación, es también la canción favorita de Liam Gallagher).

“Fast Fuse es un clásico rock ‘n roll moderno” dice Tom. “Es un golpe en el estómago. Un proyectil entre medio de los ojos. Las palabras son casi el Wu Tang Clan. Como para escupir canciones de rock ‘n roll en la cara de alguien, lo hemos fijado.”

“Terminamos el álbum y estaba listo para salir,” dice Serge. “Yo lo había producido, y el sello estaba feliz de sacarlo tal como era. Pero yo dí un paso atrás y pensé que quería que alguien más lo oyera. Así que le pregunté a Dan el Automator (alias la leyenda del hip-hop Dan Nakamura) si podía trabajar en él. Para mí, ‘Entroducing’ de DJ Shadow era un disco masivo, así que yo sabía que podía confiar en su opinión.”

Comenzando en San Francisco en Agosto de 2008, el par se puso a desentrañar las capas de samples y riffs acumulados en el estudio de Sergio para descubrir el alma de esas canciones.
“Mirando hacia atrás, era sólo el setenta por ciento que estaba terminado antes de empezar a trabajar con Dan. El era una gran persona para sacar ideas. Pusimos más énfasis en la voz de Tom y le dimos lugar a las canciones para respirar. De pronto la verdadera naturaleza del álbum se reveló.”

Abriendo con ‘Underdog’, que encuentra a Tom cantando “Yo vivo mi vida en una canción de cuna”, West Rider palpita con ideas, energía y canciones crucialmente sensacionales. Desde el pulso tecno provocativo de ‘Swarfiga’ al esquema tipo Kinks de ‘Thick As Thieves’, se desarrolla hasta ‘West Rider Silver Bullet’, como eje central, un dúo entre Tom y la actriz de Sin City, Rosario Dawson.

“Nos conocimos con Rosario en la Isla de Wight cuando ella vino a vernos”, explica Tom. “Nosotros queríamos un dúo propiamente de rock ‘n roll en el disco - como Lee y Nancy, Serge y Jane, así que ella era perfecta. Se trata de dos enamorados corriendo hacia el crepúsculo- una vibración total de ácido enloquecido.”

'Vlad The Impaler', mientras tanto, es un himno turbo-rock para igualar a ‘Empire’. “Vlad es una canción de caos total” se entusiasma Serge. “Es un llamado a nuestra gente, los que sintonizan nuestra emisora de radio. A mí también me encanta la idea de sentarme en una habitación con las cabezas de todos tus enemigos clavadas.”

Si el cautivante arabesco de ‘Secret Alphabets’ (inspirado por los avances líricos de Bob Dylan advertidos en 'Give The Anarchist A Cigarette' de Mick Farren) es un guiño al interés de la banda en la contracultura de los ‘60, hay una profundidad lírica que se les pierde frecuentemente a aquellos que se ven abrumados por su embestida sónica.

Si la sensación general es la de Village Green, de Ray Davies pavimentado, liquidado y reemplazado por un manicomio, hay también un hilo conceptual que une todas las canciones.

“Fast Fuse es sobre el chico salvaje que ha sido internado en el asilo”, explica Sergio. “El está desesperado por salir, pero no sabe cómo.”

Un ‘Happiness’ final, sin embargo, es una serenata adicta a los buenos tiempos.”Yo quería terminar el álbum con una nota positiva” dice Serge. “Hay un montón de malas noticias actualmente pero nosotros queríamos mostrarle a la gente que hay una luz al final del túnel, tu tienes que creer en ti mismo.”

“The West Rider Pauper Lunatic Asylum" es sobre la gente que se escapa a alguna parte cuando toman drogas. Es un lugar de opuestos, donde los indigentes pueden convertirse en príncipes. Tal como son las cosas actualmente, parece ser un buen lugar.”

Por cierto. Así como Entroducing y Dig Your Own Hole - capítulos claves en la historia de Kasabian - definieron los tiempos, “The West Rider Pauper Lunatic Asylum” parece destinado a ser la banda de sonido del final de la década.

Que comience la locura.

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