Oasis unió generaciones en su recital

La banda británica liderada por los problemáticos hermanos Gallagher presentó en el campo de futbol de la USB el concierto de su gira Dig out your soul, que congregó una audiencia en la que destacaban los veinteañeros


La noche del martes, el Valle de Sartenejas se transformó en un Oasis de música en el que confluyeron varias generaciones que habían conocido a los creadores de Wonderwall en su infancia o en su adolescencia; que habían escuchado Don't look back in anger en el discman de algún amigo o en el de su propio hermano mayor; que habían mirado el video de All around the world en la televisión fascinados por los "dibujitos" o por la estética visual del promocional.

Las reminiscencias conducen a una afirmación: la banda liderada por los hermanos Gallagher logró conquistar con su más reciente placa a seguidores bastantes jóvenes que ya los tenían como una referencia en el rock y atrajo también a aquellos fanáticos que se habían embelezado con sus primeras producciones. La preuba más contundente se exhibió en el recital que dio el grupo en Caracas, en el que buena parte de la audiencia estaba conformada por veinteañeros, mientras que en la otra se levantaban rostros más cercanos a los 30 y se advertían algunas señales de calvicie.

La agrupación, que se ha mantenido fiel a su rock y a sus raíces, ha sabido hacer que su sonido continúe tan vigente como en los 90'. Los nuevos integrantes confimaron que no han menguado la calidad de Oasis sobre el escenario, sino que más bien le han aportado elementos que le permiten subirse a la tarima con la única y exclusiva intención de ofrecer música extraordinaria.

Unas cuantas luces de respaldo fueron suficientes para crear la atmósfera rockera en el campo de fútbol de la USB. La pandereta de Liam Gallagher y la guitarra de su hermano Noel se hicieron presentes en el lugar para abrir un show en el que quizás lo reprochable es que se haya hecho a un lado del repertorio algunas de las canciones más emblemáticas de la banda como Stand by me, Go let it out y Little by little.

La noche paso a paso

A las 9:00 pm, los locales de Fractaler se montaron en tarima para levantar los ánimos del público durante 20 minutos. Interpretaron sólo cinco canciones en las que lograron que las palmas y las cabezas se movieran al ritmo de sus temas. Sería 40 minutos después de la pequeña descarga cuando Oasis comenzaría su recital.

Liam apareció frente al público con su pandereta en la boca, lugar donde la mantuvo por varios segundos, antes de comenzar a cantar Rock N' Roll Star. Las melenas densas y con patillas se apoderaron del espacio para crear una atmósfera que rememoraba, como siempre ha sido la intención de la banda, la imagen del cuarteto de Liverpool.

La noche siguió con Lyla, una de las más coreadas de la noche, mientras que dentro del público se podía observar a varios grupos de treintañeros que acompañaban los temas con saltos eufóricos. Cigarrettes & Alcohol, The Shock of the Lightning y I'm outta time, éstas dos últimas de Dig out your soul, continuaron el repertorio.

Tras siete canciones llegó el primer turno de Noel Gallagher frente al micrófono, quien en un español que poco se entendía dio las gracias al público y brindó buenas noches. Recordó también los ocho años que habían transcurrido desde que se presentaron en el Caracas Pop Festival de 2001 y, posteriormente entonó Masterplan.

Liam Gallagher regresó para interpretar Songbird, Slide away y Morning Glory, tema durante el cual tomó con un par de baquetas una bandera del Manchester United que había llevado un fanático y la echó a un lado ¿La razón? Su equipo de fútbol es el Manchester City.

Luego de pasearse entre nuevas y viejas composiciones, llegó el momento de Wonderwall, uno de los himnos de los británicos. La canción sirvió para unir las voces de las generaciones presentes en el evento y para que las cámaras de los celulares se elevaran a fin de grabar el instante.


Supersonic fue la siguiente, y durante esta interpretación Liam regaló su pandereta pues estaba a punto de meterse tras bastidores para regresar con el bis, que remató la noche con una versión acústica de Don't look back in anger - que sonó sin los acordes de Imagine al comienzo -, Falling Down, Champaigne Supernova y I'm the walrus.


A las 11:45, y luego de casi dos horas de un Oasis ininterrumpido, cerró el espectáculo con las luces encendidas del escenario y el ruido de la guitarra de Noel Gallagher sobre un amplificador. La variopinta audiencia se retiró cantando temas de la banda o recordando en el reproductor de su automóvil los temas que esperaba escuchar en el recital.