jueves, 6 de agosto de 2009

Placebo - Battle for the Sun (Crítica)



Placebo
Battle for the Sun

Dream Brother Records

Por muchos años Placebo ha sido una banda que se ha identificado con ella misma, logrando conseguir un sonido y estética tan personales que sobresalía de toda la avalancha de “aparatos depresivos” ingleses, luego de la decadencia del brit pop. La banda de Brian Molko se dedicó única y exclusivamente a seguir buscando la perfección de su estilo y en el camino dejó clásicos innegables.

Ecléctico y elegante como pocos, el rock de Placebo ha conseguido su propio casillero dentro del inmenso abanico de posibilidades que ofrecen las islas británicas. La nueva producción de la banda los conecta con una realidad un poco más optimista, la luz se hizo en el sótano en el que ha vivido en los últimos años y ha editado un disco para ser tocado en vivo y con los amplificadores a full.

Canciones estructuradas en la base del hard rock demuestran que ahora la actitud ha cambiado, sumada a la inclusión de un nuevo baterista, hace indicar que ahora el trío ha asumido una posición masculina (sic.), distinta a algunos trabajos anteriores en los que siempre se jugó con la ambigüedad. El cambio de piel del cual habla Molko en “Kitty Litter”, la primera canción del disco, es una clara alusión a su nueva posición; la banda no tiene nada que probar, sólo intenta equilibrarse de sus devaneos artísticos.

El aporte del bajista se nota muy marcado en “Ashtray Heart”, la segunda pista del CD, irrumpe con un estribillo cantado en español -algunos deducen en agradecimiento a sus fans latinos- pero lo que pocos saben es que Stefan Olsdal, el bajista del trío, es un apasionado de la música en nuestro idioma; inclusive con un proyecto en español llamado Hotel Persona ha colaborado con Miguel Bosé para el disco “Papito”.

Las muestras más duras de Steve Forrest, el nuevo baterista de la banda, acondicionan el ambiente para canciones como “Battle for the Sun”, o el vertiginoso single “For what it’s worth”, en donde los bombos y tambores acuden a una fiesta de desenfreno guitarrero a lo Queens of the Stone Age. Placebo rockeaba, algunos lo habíamos olvidado.

“Come Undone” y “Happy you’re Gone” regresan a la banda a su sonido sombrío y depresivo de anteriores entregas, sostenido aún en teclados solemnes y manteniendo el espíritu de insatisfacción como en buena parte de “Meds”, su anterior trabajo. La voz de Brian Molko en estas dos canciones sobresale por su entrega. “Kings of Medicine”, la última canción, es una belleza épica con vientos que recuerdan a los Beatles, un cierre circense para un disco conmovedor.

“Battle for the Sun” es uno de esos discos que no esperabas te iban a sorprender, una mixtura de guitarras y melodías glam que bien podrían haber sido incluidas en alguno de los mejores discos de David Bowie o Roxy Music. El rock de guitarras puede traernos sorpresas, aún en estos tiempos.

BURNAGE

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