martes, 25 de mayo de 2010
Peter Hayes de BRMC para True Endeavors
Fotografía de Tanya Kechichian
Entrevista realizada por Shelley Peckham
Para "True Endeavors" de Madison, Estados Unidos.
Publicada el 24 de marzo de 2010.
Tras tocar para un público eufórico en St. Louis, Peter Hayes tuvo la amabilidad de satisfacer mi curiosidad con una charla a medianoche sobre el grupo, su música, y su filosofía.
Tener la oportunidad de viajar tanto es una experiencia bastante única. ¿Qué es lo que más valoras de tu vida en la carretera?
Todo, la verdad. Es bastante genial, ¿sabes? Supongo que lo que más valoro es tener la oportunidad de salir de E.E.U.U, y conocer otras culturas. Eso te ayuda a no tener una mentalidad cerrada. No lo digo por criticar a los americanos, en absoluto. De hecho, creo que le pasará a todo el mundo: a los italianos, ingleses... Es bastante fácil tener esa visión de túnel, estar centrado únicamente en los problemas de tu región, y en tus problemas personales.
¿Qué ocupa tu mente cuando estás en la carretera?, ¿hay algunos pensamientos, o conflictos interiores, qué te persiguen continuamente, allá donde vayas?
Sí, por supuesto, no puedes huir de tus problemas. Puedes intentarlo, pero siempre están contigo.
No trataba de preguntarte por algo personal. Sólo quería saber si había alguna cuestión filosófica, o política, a la que le sigas dando vueltas.
Oh sí, claro. Puedes tratar de huir de las cuestiones filosóficas mientras viajas. Te pones en plan zen, aislado del mundo, mirando por la ventana, pero al final los problemas vuelven, de forma sigilosa.
¿La decisión que habéis tomado de continuar creando arte proviene de la satisfacción que has conseguido gracias a las verdades que has descubierto, y tu ilustración personal; o más bien de la frustración de saber que tus valores y tu forma de pensar siguen siendo ajenos a muchas personas?
No pretendo que la gente piense como nosotros, de verdad. Si fuera así, tampoco sería tan fantástico. No estoy intentando convertir a nadie. Tan sólo tengo la suerte de estar tocando música gracias a la gente a la que le gusta el grupo, que son quienes nos lo han permitido. No sé si realmente nos lo merecemos, o no. Me gusta pensar en ello, ¿sabes? Nosotros lo estamos haciendo lo mejor que podemos. Tratamos de ser respetuosos con los grupos que ha habido antes que nosotros. Nos gustaría poder formar parte, algún día, del árbol genealógico que forman los grandes músicos y artistas.
La situación política americana ha cambiado significativamente desde que escribisteis vuestro último disco, Baby 81. ¿Ha afectado eso de alguna manera a vuestra música?
A mí todo me parece una especie de disfraz. Espero estar equivocado. Lo que quiero decir es que los demócratas no han demostrado ser diferentes de los republicanos. Por supuesto que montan una gran parafernalia para demostrar lo diferentes que son, pero en sus raíces, en su núcleo, no creo que lo sean.
¿Siguen ahí las mismas frustraciones de antes?
Bueno, tampoco es que esté muy frustrado por ello. Sigo teniendo esperanzas, ¿sabes? Supongo que es por toda la campaña de este tipo (Obama) – la esperanza y todo eso- pero la verdad es que ya las tenía sin él. Espero que tenga suerte. Si tiene buenas intenciones, entonces perfecto. Pero no sé si con tener buenas intenciones bastará. Es una gran maquinaria la que hay que hacer funcionar. No estoy seguro de qué es lo que podría hacer que las cosas marcharan de otra manera. Yo sigo pensando que el gobierno está demasiado preocupado de sí mismo, creo que son demasiado indulgentes con ellos mismos.
Cambiando de tema, y hablando del álbum, ¿la mayoría de las nuevas canciones fueron escritas en la carretera?
Es una buena mezcla de todo un poco. La mayoría fueron compuestas con Leah en el sótano de Philadelphia, donde ensayamos y grabamos el disco. Algunas las empezamos a escribir en la carretera con ella, y hay dos o tres más antiguas, que escribimos hace unos cuantos años. De hecho, hay dos de las que dejamos fuera del primer álbum.
¿Cuáles?
Bueno una está en el álbum, “Evol”. Y la otra, 1:51, es una B-side, creo que para Europa.
¿Grabasteis Beat The Devil’s Tattoo en la misma casa que Howl, verdad?
Grabamos alguna canción de Howl allí, sí. Robert grabó dos o tres canciones. Cuando llegué yo, grabé una versión de “Ain’t No Easy Way”, que al final acabamos perdiendo, porque a mitad de noche la borramos accidentalmente. La verdad es que la mayoría de canciones de Howl no las grabamos allí, pero esta vez sí, lo hemos hecho todo allí.
¿Afectó a la música el hecho de estar viviendo en el mismo lugar donde grababais? ¿Fue una experiencia más intensa?
Tenía que pasar necesariamente, ¿sabes? Teníamos que comer, y respirar, y vivir juntos, en la misma casa donde estábamos componiendo la música. Fue una gran suerte que nuestros amigos nos dejaran quedarnos allí. No hay muchos grupos que puedan vivir una situación así, aparte de cuando estás empezando, que te toca alquilar un piso con tus compañeros, así que fue genial volver a vivir una experiencia como ésa.
¿Cómo conocisteis a Leah? ¿La visteis en la batería con The Raveonettes?
No, la vimos tocando con Dead Combo. Eran un grupo de Nueva York. Fuimos de gira con ellos, al final de la gira de Howl, o al principio de la de Baby 81, no me acuerdo bien. Ella tocaba la batería con ellos y le pedimos su número, por si a caso.
Ella parece encajar muy bien con vosotros. Desde el punto de vista de alguien de fuera parece que sea parte de la familia.
Sí, totalmente.
Encuentro muchas semejanzas entre la filosofía de los poetas de la generación Beat y vuestra música (la búsqueda de la verdad, la libertad, el cambio, el inconformismo, el rechazo del materialismo, etc…) ¿Han sido siempre principios importantes para vosotros, o vuestra forma de pensar ha ido evolucionando y cambiando, al igual que vuestra música, con el paso de los años?
En realidad, todo son ideas que hemos cogido de ellos. En gran parte porque pensábamos “¿qué ha sido de todo eso hoy en día?” No es que estemos sosteniendo ninguna antorcha, ni iluminando a nadie. Esos tipos vivieron todo eso mucho mejor que nosotros lo estamos haciendo, ¿me entiendes? Lo que quiero decir, es que lo vivieron de verdad. No murieron sacando dinero de su arte, y los que lo hicieron, fueron considerados unos vendidos. Supongo que nosotros teníamos una idea algo inocente sobre lo que hacían estos tipos, la cogimos, y la hicimos nuestra.
Acabas de mencionar el dinero, ¿parece que tu grupo trabaja de forma muy modesta, no es así?
Sí, la mayoría de la pasta que ganamos nos la gastamos de nuevo haciendo música, viajando, y en el alquiler. Es bastante fácil sentarse luego, y decir: Dios mío, me he gastado un montón de dinero. Por ejemplo, yo tengo un ordenador y un iPod.
Pero supongo que siempre hay alguna cosa a la que podrás renunciar, ¿no?
Sí, claro. Yo tengo cuatro pares de pantalones, cuatro camisas, y dos pares de calcetines… eso es todo. Hay que vivir la vida tal y como es, de forma sencilla.
Entonces, ¿esa forma de vida sencilla proviene de tu forma de pensar además de por tener que ir de gira?
Sí, es mucho más fácil viajar cuando no tienes muchas cosas que llevarte. Tienes que aprender a vivir de esa manera (se ríe). En la primera gira, llené la maleta de un montón de tonterías, cosas que luego no vas a necesitar y que te llevas “por si acaso”. Acabé cogiendo hongos y pienso que fue por culpa de todas las porquerías que llevaba ahí dentro. Al final me quedé con un par de pantalones y dos camisas, y acabé el resto de la gira sólo con eso. Desde entonces, eso es lo que hago.
Me gustaría hablar de otros temas que aparecen a menudo en vuestra música, sobre todo en vuestro último disco. La culpa, el pecado, el diablo, la redención, el caos, y la esperanza, son sólo algunos de los temas de los que habláis a menudo, y que están relacionados con la religión. ¿Qué relación tienes con la religión y la espiritualidad?
Bueno, crecí yendo a la Iglesia todos los lunes y miércoles. Así que luego pasé la etapa de “no pienso volver nunca más”. De hecho hace bastante tiempo que no voy a la Iglesia, pero creo que no es importante en qué creas, si Dios existe o no, mientras haya un montón de gente que crea que sí. Han asumido el control. Como decía Dylan: “Dios está de su lado”, ¿sabes? Así que no importa demasiado si tú no quieres creer en nada si sigue habiendo gente que está dispuesta a matar por ello. Al menos tenemos la suerte de poder cantar y gritar sobre ello en el escenario, y algunas veces, servir de voz para otras personas que sientan lo mismo.
Hay una frase que me gusta mucho, y siento curiosidad por saber qué piensas tú de ella. George Orwell dijo, “En una época de engaño universal, decir la verdad es un acto revolucionario”. ¿Sientes que los artistas tienen la responsabilidad de adoptar una posición revolucionaria con su arte?
Es algo complicado. En lo único que he estado pensando últimamente es en que la gente no parece respetar mucho el arte. Aunque parezca una paranoia… creo que sí se podría hablar de una teoría conspiratoria. Si controlas el arte, puedes controlar a la gente. No creo que sea nada nuevo, supongo que es una verdad conocida por todos. Creo que lo más importante que debemos hacer es no convertirnos en unos capullos (se ríe). Es la mejor manera de explicarlo, porque está claro que si ves a un tipo que lleva un abrigo de 30,000 dólares, unos pantalones de 2,000, y que tiene cuatro coches, no puedes tenerle ningún respeto. La música es una de las maneras más fáciles de conseguirlo. Podrías comprarle el disco, pero para qué, ¿para qué darles más dinero? Creo que ése ha sido el problema, así que está bien que la música sea ahora más accesible gracias a internet. Esperemos que eso les mantenga con los pies en la tierra.
Quería preguntarte por tu canción “Evol”. Te hace pensar directamente en las palabras evolución y maldad (evil). Pero también es como amor (love) al revés. The Manic Street Preachers tienen una canción llamada “Revol” que es igual que “Lover” (amante) al revés. ¿Tiene algo que ver con todo eso, o son cosas mías?
Sí, significa amor al revés. El amor puede ser un cabrón de vez en cuando.
Hemos hablado antes de cómo siempre se os ha etiquetado de oscuros y taciturnos, pero está claro que vosotros no sois así. ¿Qué malentendidos ha habido con tu grupo, hay algo que te gustaría aclarar?
La verdad es que hace tiempo que lo dejé estar. No quiero caer en ese juego. Siempre van a juzgarte, hagas lo que hagas. Puedes estar más feliz que una lombriz, sonriendo en todas las fotos que te hagan, y aún así habrá gente que no de una mierda por tu sonrisa. Es una tontería caer en eso. Siempre hay gente que te va a desacreditar si necesitan hacerlo, y por mí, bien. Lo entiendo, las cosas son así. Yo hago lo mismo. A mí también hay cosas que me cabrean (se ríe). Si alguien me echa algo en cara, no importa.
¡Ja! Ésa va a ser la frase que voy a utilizar como título de esta entrevista: “A mí también hay cosas que me cabrean”, de Peter Hayes.
(Se ríe)
Pasando a hablar de tus composiciones, ¿qué cosas te inspiran? ¿Hay algunos temas que siempre están rondando tu cabeza?
No, es bastante diferente cada vez, aunque en realidad siempre es la misma idea. Canción de amor, canción de ruptura, canción sobre la muerte, la religión- podrías estar hablando de lo mismo todo el tiempo aunque desde una perspectiva diferente cada vez, lo que, al menos para mí, lo hace diferente, aunque no lo sea. No hay nada nuevo en ninguno de estos temas, sólo que es un día diferente y tú te sientes de forma diferente. La verdad es que no puedo explicarlo muy bien. No tiene mucho sentido, porque podría parecerte aburrido, hablar siempre de lo mismo, pero al menos a mí no me lo parece.
No, tiene sentido. He escuchado a gente decir que con 16 años ya has experimentado suficientes cosas como para poder escribir sobre ellas el resto de tu vida.
Es probable que sea cierto, aunque supongo que dependerá de tu vida.
¿Hay algún libro, grupo, o películas, que hayas descubierto hace poco y que valgan la pena?
Courtney Jaye, que canta en nuestro álbum, en “The Toll”, y que ha sacado un disco que me gusta mucho. Hacía siglos que lo había grabado, pero lo acaba de publicar a principios de este año. Es un estilo a Phil Spector, country, y ritmos hawaianos, una mezcla muy interesante. Black Ryder y Zaza son otros grupos que me gustan… ¿y cuál es el otro? Ah, Big Pink. No los he escuchado mucho, pero Robert no para de hablar de ellos. Tengo que echar un vistazo a su música. Respecto a los libros, hace tiempo que no leo nada. Ésa es mi pequeña maldición en la carretera. Me encanta leer, pero me mareo si me pongo a leer con el bus en marcha. Y claro, cuando paramos tengo muchas cosas que hacer, así que no tengo tiempo. En la TV veo cualquier cosa que haya, por distraerme un rato, porque la verdad es que tampoco soy muy cinéfilo, y sólo estoy ahí para despejar un poco mi cerebro (se ríe). Es lo peor que se puede hacer, y me siento culpable por ello, porque me siento ahí como un vegetal, pero necesito hacerlo para relajarme.
Entrevista original -English version
Gracias a BRMC Fans & Rebels en español
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