lunes, 27 de octubre de 2008

Music is Power!



En el 2002 la tenia clara, después de haber escuchado a The Strokes, BRMC y The White Stripes me termine de convencer que ninguna de estas bandas mencionadas llegaban al nivel de talento de estos oriundos de Leeds en Inglaterra; The Music editaron ese año un disco explosivo, con una dosis intensa de psicodelia envuelta en las guitarras mas ácidas que no se oían desde el Screamadelica de PRML SCRM, hacia tiempo que Inglaterra no volvía a sonreír en el éxtasis de su orgullo en las guitarras enlazadas como una corona de espinas.

Le tenia mucha fe a esta banda, lamentablemente luego se perdieron en el limbo, Mtv los auspició con la rotación constante de su vídeo “Take the Long Road and Walk It”, la gira que hicieron al año siguiente junto a Audioslave y Janes Adiction me alentó a pensar que quizá estos chiquillos desprolijos podrían lograr algún tipo de hype en el gran país luego de que Oasis ya hubiera tocado algún nervio en la cultura yanqui, no sucedió así, al parecer la música ácida con soberbia guitarrera no es del todo agradable al oído americano, después de todo la necesidad de encontrar una salvación para el nuevo milenio se hacia una constante para las grandes disqueras en busca de la Nueva Gran Cosa...

El hecho es que el siguiente disco de la banda desilusiono en sus expectativas al no concretar la intención que en el primer álbum había sonado fresca y en este simplemente era densa y sin mucho brillo, mas de los mismo o "el síndrome del segundo disco" según como lo veas, la idea de contratar un productor de factura importante como Brendan O'Brien y la intención clara de americanizar su sonido no logro que esta pequeña banda lograra salir aun de su cascaron a pesar de que había sobradas luces de talento extraordinario.

Hubieron singles aceptables y cuotas de determinación en su poderío, pero lamentablemente era un nuevo siglo y las pequeñas grandes bandas seguían apareciendo (Kasabian, Muse, Arctic Monkeys, etc), se perdió un poco la necesidad de seguirle la pista a esta novel agrupación; en este 2008 la banda ha regresado con su segundo mejor álbum, es sin duda la calificación correcta para una agrupación que ha logrado fusionar las perspectivas de electrónica y el dance con la mas contundente armada guitarrera que ya se estaba haciendo esperar por las mejores bandas venidas de las industriales urbes en la gris Gran Bretaña.




Strength in Numbers” (Sony BMG 2008), es la guía correcta hacia la pista de baile, tiene potentes singles y estribillos gloriosos, el diseño de sonido del disco está tan bien ensamblado que cualquier canción sirve de single y la bien cuidada mezcla y producción del álbum hacen que por fin luego de su disco debut se pueda escuchar en su real dimensión a esta estupenda banda de rock psicodélico, el disco abre con el track del mismo nombre amparado en una secuencia de loops que poco a poco van adueñándose de tu cerebro y crea una especie de pequeña tragedia mientras los riffs empiezan a aparecer, la voz de Robert Harvey esta equilibrada roza el filo de lo agudo que imaginas la evolución de un Robert Plant del nuevo milenio.

El disco continua con "The Spike" en donde la velocidad baja un poco, para de una forma mas sutil ir dejándole lado a un estribillo y coro súper pegajoso, la manera tan facil que tienen estos chicos de hacer singles efectivos hacen que cada canción sobreviva sobre su propia composición y armonía, separado independientemente de su propia lírica, los tres primeros cortes del álbum hacen la trilogía perfecta de singles y es así como los mismos The Music han decidido que sean lanzados los sencillos, el tercer corte de difusión y siendo también el tercero en el orden de prensado es "Drugs" el tercer corte de este disco termina siendo el mejor single de los tres mencionados, la cadencia en la voz y el ritmo que las estrofas tienen, hacen que empieces a mover los pies y te den ganas de bailar esta canción, embriagado y drogado…quizá.

Mención aparte se merece “Fire” con su ataque frontal en secuencias y la voz de Harvey a todo pulmón, por otro lado tenemos la que considero la mejor canción del disco, “The last One” un tema increíblemente bueno, las secuencias y la batería al comienzo del tema te transportan a series de clase b de ciencia ficción, de una manera prudente las partes vocales del tema van creando el clima perfecto para la explosión que viene después cuando Robert Harvey entona los coros del tema, es una de las mejores canciones del año y un potencial himno si estos tipos se aparecen por alguno de nuestros olvidados países.

Arrogancia, buena técnica, un frontman que baila tan bien como canta y una maquina de hacer sonidos es lo que The Music tiene para ofrecer a nuestro cada vez mas diverso mercado, no le pierdan la pista a este combo ingles que tiene toda la intención de ser reconocidos como una de las mejores olas aparecidas en la presente década.

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