sábado, 19 de marzo de 2011

Liam Gallagher entierra a Oasis entre un público entregado en Madrid



Después de la sonora trifulca entre los hermanos Gallagher que sentenció el final de Oasis, Liam se ha visto liberado para hacer lo que siempre ha deseado: liderar una banda de rock que, sin presentar nada nuevo, sigue llenando salas. El menor de los Gallaguer vuelve a Madrid para contentar a los incondicionales de Oasis con un directo que suena a viejo y clásico Rock'N'roll con la ausencia presente de la maestría de su hermano mayor.

Con puntualidad británica, y arropados con himnos como 'That's entertainment' de The Jam que sonó pocos minutos antes de su aparición en el escenario, los ex componente de Oasis, con la ausencia notable del alma máter de la banda, Noel Gallagher, irrumpieron en La Riviera.

Liam ejercía las veces de líder en la presentación del debut de Beady Eye. A ritmo de 'Four letter world', los británico pulsaron el ambiente de la sala que, para su recocijo, pasó la prueba de las más de dos mil personas que contemplaban expectantes el resurgir del menor de los Gallagher.

Sesenta minutos de ausencia de Noel Gallagher

No es fácil ocultar a los ojos de los incondicionales de Oasis la ausencia de Noel, el compositor de canciones de himnos como 'Wonderwall' o 'Champagne Supernova', pero Beady Eye, con un directo sencillo y sin pretensiones, pareció contentar a la multitud madrileña.

Liam no sacó a relucir su constante verborrea, tan criticada en las entrevistas por creerse el digno sucesor de John Lennon y hasta asegurar que el compositor de 'Imagine' hubiera versionado uno de sus temas. Tan solo se dedicó a presentar algunos temas del debut de Beady Eye con 'Different Gear, still Speading' -algo así como 'Diferente velocidad, todavía acelerando', un título con el que se desmarca de su antigua formación-.

El frontman ha aprendido de los errores del pasado y se mostró más cercano al público con sus tímidas muestras de agradecimiento y su semblante desafiante que por momentos dejaba entrever lo mucho que le debe a su otra otra mitad, su hermano Noel.

Un público entregado coreaba las canciones de Beady Eye

Al menor de los hermanos Gallagher le faltó complicidad con el resto de la banda, los ex Oasis Andy Bell, Gem Arche y Chris Sharrock, que parecían actores secundarios que arropaban a Liam mientras este hacía las veces de maestro de ceremonia. Con 'Beatles And Stones' y 'Millionaire', Beady Eye se ganó el respeto de sus fieles para, minutos después, silenciar al público con su 'For anyone'. Con 'The Roller'. canción que ha recibido duras críticas por su parecido con el 'Instant Karma' de John Lennon, Liam supo devolver el ritmo al concierto que se mantuvo con la puesta en largo de 'Bring the light'.

La tragedia nipona salió a relucir con 'Kill for a dream', canción que Liam dedicó a los miles de muertos por el terremoto y posterior tsunami que sacudió la costa noreste de Japón el pasado 11 de mazo. Después vendrían la impotente 'Standing On The Edge Of The Noise', la declaración de intenciones de la banda con 'The Beat goes on' o 'Man of misery' para rematar la velada con su homenaje a la banda World of twist con su version de 'Sons of the stage'.

El menor de los Gallagher se despidió con un "sois increíbles" de un público que meses antes había contemplado en ese mismo escenario el homenaje de Primal Scream a su 'Screamdelica'. Una prueba más de que el imperio británico de los noventa se niega a abandonar la escena musical y se renueva en Beady Eye con los aires rockeros de Liam Gallagher

ElInformador.es

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