domingo, 3 de mayo de 2009

La noche de la supernova champán



Además, Fama conversó con el bajista y el guitarrista de los británicos, pocas horas antes de su show en el Nacional.

Hans Huerto.

Con su franco hedonismo sonoro y lírico anclado en las entrañas de los antros marginales de su natal Manchester, Oasis alcanzó niveles de rock incendiarios el último jueves, sin la parafernalia pirotécnica de Kiss pero con berridos guitarreros de buena tranca y aspiraciones supersónicas. Los británicos lograron concitar algo más de 45 mil personas en el José Díaz, superando lo hecho por Gene Simmons y compañía hace un par de semanas. Y es que para muchos de los asistentes (la mayoría estribaba entre los 25 y 35 años) los tres primeros discos del grupo –Definitely Maybe (1994), (What’s the Story) Morning Glory? (1995) y Be Here Now (1997)– fueron el soundtrack de su adolescencia. De ahí los furibundos embates vocales del respetable que acompañaron varias de las canciones, desde el arranque con Rock n’ roll star.

Horas antes del show, conversamos con Gem Archer y Andy Bell, guitarrista y bajista de la banda, respectivamente, sobre su carrera con los Gallagher. Es sabido que hoy Noel anda limpio de drogas, así que la pregunta natural era si llevaban una vida de estrellas de rock, de fiesta 24 horas al día:

–A. Bell: Yo no puedo juerguear las 24 horas, solo 23...

–G. Archer: Trabajamos duro, tocamos duro...

–A.B.: Dormimos duro...

–G.A.: Y no nos da para andar de fiesta todo el día. Las bandas que hacen eso son las que probablemente hacen música de mierda.

Pues esa especie estuvo ausente aquella noche. Más bien hubo de todo para todos, y de lo bueno. “The shock of the lightning” y “I’m outta time”, cortes del más nuevo elepé Dig out your soul entraron en la lista. Sobre esta placa se ha dicho que es producto de un grupo de 66 canciones de las que se depuró material, para dejar 11. Al respecto, hablan los músicos:

–G.A.: Fue particularmente difícil trabajar con tal cantidad de material, pero sucede que hay canciones que se escogen solas, que se pintan como las más adecuadas para los álbumes que vamos a sacar.

–A.B.: Un ejemplo de ello es “I’m outta time”, que fue escrita por Liam hace siete años, pero que recién hemos editado.

“Cigarrettes & alcohol” y “Supersonic” movieron a los más fanáticos y “Wonderwall”, “Don’t look back in anger” y “Champagne supernova” –de hecho las más conocidas– fueron las más coreadas en la noche de un grupo al que la edad se le viene encima (18 años) pero tiene gasolina para rato. Un grupo que quizá ya no sea la voz del proletariado mancusiano, pero que aún respira duro, hasta bufando:

–G.A.: Hoy es un grupo distinto del de los inicios. Nosotros vimos la evolución de la banda desde afuera, en forma distinta (al no ser miembros originales). Pero creo que es como Noel dijo alguna vez: “Oasis es como un equipo de fútbol”. Andy y yo fuimos transferidos, también tuvimos diferentes porteros, pero me gusta el que tenemos hoy (en referencia al miembro más nuevo, Chris Sharrock).

Que los Gallagher no se pasan el uno al otro, que no hay sensación de calor de banda, que son fríos y antipáticos: verdad. Que Liam Gallagher, con sus poses de divo hizo un mención especial por el calor del público limeño: una verdad que le tendremos que creer, luego de bajar al llano, sobre el final del show con el cover beatle de “I am walrus”, para estrechar las manos de sus seguidores. La noche de Oasis regaló clásicos modernos de la radio popular rockera, con ejecuciones pulcras –dentro de la sosa complejidad que puede suponer alguno de estos hits– y una asistencia emocionada. Y con ello ha bastado.

La República - domingo 03 de mayo 2009

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