miércoles, 26 de enero de 2011

Different Gear, Still Speeding - Beady Eye (Mojo review)



La Orquesta ligera y eléctrica

Por estos días Liam Gallagher llama a su hermano mayor Noel "el muchachito" y su nueva banda anuncia la era post-Oasis. Pero, ¿está este vehículo construido para una conducción temeraria a largo plazo?

Temas clave: (Bring Bring The Light, Wind Up Dream, The Beat Goes On)

3 ESTRELLAS


En lo que parece hace una eternidad -pero en realidad fue sólo el verano de 2008- Oasis nombrada a su nuevo baterista Chris Sharrock, con un gran disgusto de Liam Gallagher. Según dijo el hermano mayor Noel, el cantante de Oasis estaba molesto con que su grupo se haya rebajado a contratar a un ex empleado de Robbie Williams. Es de suponer que Gallagher Jr suavizó su opinión una vez que se paró en medio del escenario frente a esa erupción giroscópica en la manera de tocar de su nuevo colega en The Shock Of The Lightning. O tal vez recordó que Sharrock había sido miembro de The La's el tiempo suficiente para tocar en There She Goes, y también apareció en el dulce vídeo de la canción, este hombre logró canalizar el erizante espíritu rockero de The Beatles cuando Liam estaba todavía en la escuela.

Un consenso mantuvo a Sharrock y es que era el ocupante más talentoso que tuvo Oasis en los tambores, y ahora por fin ha tocado en su primer álbum con la banda. Bueno, casi. La noción de Beady Eye como un simple vehículo unitario de Liam Gallagher parece inestable cuando se tiene en cuenta la continuidad de los miembros del grupo. Con Sharrock unido a Liam, Gem Archer y Andy Bell, esta banda es Oasis, si bien menos el elemento sustancial de Noel Gallagher: compositor, guitarrista, The Chief. Habiendo menospreciado el carácter de su hermano a lo largo de su viaje turbulento –esencialmente diciendo que Noel se había convertido en un músico aburrido, pero que estaba Mad Fot It- ahora es la oportunidad de Liam de salirse de la sombra de su hermano mayor y brillaaaaaaaaaaaaaar (shyeeeiiine).

Liam ha grabado un trabajo decente. –Aunque totalmente conformista y poco probable de que pueda sorprender a cualquiera que esté familiarizado con la actividad de sus creadores anteriores, Different Gear, Still Speeding puede alardear de tres golpes de esplendor. En primer lugar, está el título, que sugiere que Liam posee un humor más humilde del que habíamos creído, ‘’Mira, tengo 38 y tengo una nueva banda y aún estoy Mad For It’’. Luego, el sepia arte de portada con una foto de una niña montando un cocodrilo con el título en las burbujas de los diálogos. Burlona que hasta parece una revista samizdat de la era hippy, o tal vez una portada de Frank Zappa, es un corte brusco encima de los innumerables diseños retro de Oasis, y de hecho, bastante ‘’Pretty Green’’, la marca de ropa de Liam. Por último, tenemos el single Bring The Light. Hasta hace un año, Liam declaraba su intención de llamar a esta banda Oasis y con estas pruebas no habría deshonrado el legado de su grupo si se hubiera quedado con ese nombre. Bring The Light tiene exactamente ese brío inconsciente, el desprecio y las reglas cool de escuela que definió la pomposidad de Oasis. El primitivo piano de rock 'n' roll y las fervientes percusiones de Sharrock pueden ser una trampa que se burla de aquellos dispuestos a mantenerse estáticos y sobrios, y en su lugar el oyente es arrastrado en consonancia con la lógica visión en túnel de Gallagher: “I see no point/In what you’re thinking/I’m going out/I’m taking you drinking” (No veo el punto/¿En qué estás pensando?/Voy a salir/ Y tomaré un trago). Sólo un tonto puede discutir con eso. El contraste entre esta compacta pero ágil ejecución de movimientos y algunas de las grandes piezas de gas pesado obligó a Liam a enfrentarse con Dig Out Your Soul, el último álbum de Oasis, evidentemente. Por otra parte, no es necesario sujetar el debut de Beady Eye a una escaneada de cuerpo completo del trabajo de Noel Gallagher encargado más por su magnífica visión musical que por una mano de obra indispuesta. En realidad, hay una canción llamada Beatles and Stones, que suena como un ‘’mini-me’’ de The Who en R&B y en modo rompedor. El épico cierre The Morning Son que tiene una línea que comienza con “So let it be…” que suena un poco tonta por las posibilidades del juego de palabras de su título, envuelta con una melodía que refracta el English Rose de The Jam a través de un viaje con una sección de cuerdas. Antes del deslizarse en un estribillo de mala calidad, The Roller imita a Instant karma con ese tipo de intensidad obstinada que se puede esperar de un hombre que llamó a su hijo Lennon. Estos testimonios reflejan la época dorada del Brit-beat y sus consecuencias lisérgicas sofocan el álbum, con muy pocas canciones que poseen cualidades trascendentes para contrarrestar el bálsamo de un déjà vu.

Alguna edición básica podría haber ayudado: Con 13 temas y una duración tímida de ocho minutos en una hora, Different Gear, Still Speeding, pierde mal el ímpetu en su tercio final. Pero en medio hay lugar para el soft rock (Wigwam) y la pesada demagogia (Standing on the Edge Of The Noise), hay verdadera inspiración, cuando la retórica ventosa es vertida en los arreglos simples, los arreglos primaverales sugieren un fuerte vínculo entre los músicos y el productor Steve Lillywhite. Wind Up Dream tiene un swing espacial que sugiere un surco con un olorcillo a una penetración de The Stooges. Millionaire ofrece un acentuado entusiasmo acústico y las referencias líricas del ‘’cejijunto malhumorado’’ citan a la localidad catalana de Figueres y su hijo más famoso, Salvador Dalí. Igualmente el hábil y encantador swing ‘’Macca-pop’’ de For Anyone. Estas dos últimas composiciones demuestran que Liam Gallagher es tan efectivo en el papel de suplicante como cuando enfrenta con rabia la fuerza de un látigo.

En efecto, su lado tonto dicta una canción que, aunque absurda, es uno de los momentos definitivos del disco. The Beat Goes On se siente ligeramente cómica en su evocación descarada a Mellotronic Fabness – Imaginen a los Wombles en Pepperland (una caricatura a página completa con Beady Eye como los Wombles en Pepperland y a Noel como el Tío Bulgaria en el fondo!!!!!). La canción pinta un cuadro no menos absurdo: el narrador sueña su propia muerte y llega al cielo para "el concierto en el cielo" para descubrir a "The Ox y la Luna... contando conmigo", al darse cuenta de que está vivo, anuncia, “I’m misunderstood/And wasted on money and fame/I’ll throw it away, just to prove that I can…” ("Estoy incomprendido / y he perdido el dinero y la fama / lo voy a tirar, sólo para demostrar que puedo..."). Se trata de composiciones contundentes, reflexivas, y tal es el ingenuo fervor del cantante que cualquier intento de reírse disimuladamente, es en última instancia censurado por algo más cercano al respeto.

A lo largo del disco, Gallagher demuestra una vez más sus dotes para el canto infernal: incluso en un tono débil que es mejor para él en el micrófono, y aunque hubo momentos en Oasis que su rebeldía claramente desestabilizaba los procedimientos, el grado en el cual aquella banda dependía totalmente para su impacto del compromiso de Liam siempre estuvo fuera de duda. Aquí el compromiso del tipo es total, y también su eterna gracia salvadora. Cualquier persona en busca de pistas sobre un futuro acuerdo de paz con su hermano Noel tendrá consuelo en el No diferenciado himno al estilo Oasis de Kill For A Dream, donde sobre portentosos arreglos de cuerda Liam canta: “Life’s too short not to forgive/You can carry regrets but they won’t let you live/I’m here if you wanna call…”( "La vida es demasiado corta como para no perdonar / Tu puedes continuar lamentándote, pero que no te dejará vivir / estaré aquí si deseas llamar ... ".

En el contexto de la telenovela Gallagher, esto es algo serio. En el mundo real, es simplemente una canción pasable en un álbum debut que se perfila mejor de lo que muchos imaginaron. Si la banda de Liam Gallagher es el comienzo de una nueva historia o un desviado argumento secundario a una saga en curso aún está por verse –aunque puedes imaginar dónde está el dinero inteligente. Pero ya, en medio del Ramalama preciso de Bring The Light y su movimiento genial, el mundo es un lugar mejor para tener un Beady Eye.

Keith Cameron

1 comentario:

Anónimo dijo...

mojo le dio 4 estrellas