martes, 25 de enero de 2011
Different Gear, Still Speeding - Beady Eye (Q Magazine review)
4 de 5 estrellas
Liam Gallagher estampa su primer golpe después de que los años con Oasis empiezan...
Seamos honestos. ¿Si tuvieras que participar de un tipo de juego, sobre quién tendría posibilidades favorables tras la amarga disolución de Oasis en agosto de 2009? ¿sería Noel, el encargado de la banda con esa capacidad de convertir en oro sus himnos los que se enfrentaban a una inevitable transición''Welleresca'' en solitario al estilo de una divinidad del Britpop? ¿O sería Liam, votado como el mejor líder de todos los tiempos por Q, pero potencialmente uno solo ahora al frente de la nada tras separarse del plan maestro de su hermano mayor? La apuesta segura parece que sería por Noel, aunque 18 meses después, todavía estemos esperando que se cumplan esas expectativas y que ejecute su siguiente paso crucial. Considerando que la oferta de Liam, regresa por la gloria de Noel en el mejor sentido podría ser ciegamente optimista, y en el peor, ridículamente insolente.
Tengan en cuenta las probabilidades. Liam tiene "La Voz", pero mientras que sus esporádicas composiciones han madurado considerablemente desde su burlona Little James del año 2000, su capacidad para escribir un álbum entero era inquietante e incomprobale. Lo mismo se aplicaba a su fiel mano derecha y ex-Oasis Gem Archer y Andy Bell, quienes dieron pruebas críticas debido al abastecimiento de algunas balas de relleno del álbum más débil de la banda, Heathen Chemistry del 2002. No había grandes presagios, y eso antes de que ellos se impidan con el absurdo nombre de Beady Eye, digno de una cerveza, agravado además por la hipérbole normalmente vergonzosas de Liam de decir que "iban a ser más grandes" que Oasis y Noel. Sobre el papel, la historia y la escritura era la misma, todos los elementos en el mismo lugar de lo que prometía ser la locura de rock más vergonzosa de este lado del Tin Machine.
Así, en virtud de las circunstancias, su verdadero momento post-Oasis, ''Different Gear, Still Speeding'' de Beady Eye va a ser uno de los discos más importantes que Liam Gallagher nunca hizo. La innegable verdad es que también es uno de los mejores. Lo cual no quiere decir que los cínicos que aborrecen Oasis no van a encontrar ''pescado en el barril'' para continuar con el dedo en el gatillo. No es una sorpresa que, sí bien, muchas de ellas suenan como The Beatles, las letras no son una amenaza para Morrissey y, como en Oasis, musicalmente hablando, aquí nadie está reinventando la rueda. Pero tal pedantería cobarde se evapora ante un álbum que intimida con su consistencia melódica, su determinación y positividad, tal vez lo más sorprendente, como nunca sucedió en el caso con cada álbum de Oasis después de (What's The Story) Morning Glory de 1995, hacer este, por improbable que parezca, es el mejor registro que Liam haya grabado desde entonces.
Este sentido de vida o muerte es evidente por el primer golpe de wah-wah de Four Letter Word, como si I'm A Man de Spencer Davis Group fuera interpretado por The Stooges y aún así familiarmente ''Oasistero'' como para no asustar a los caballos. Esto es un entorno appsosite por el grito de guerra de apertura de Liam, "Sleepwalk your life away if that turns you on," (El sonambulismo de su vida, si que te exita), seguido por la primera de las muchas alusiones del álbum a la telenovela de los hermanos Gallagher, "the battle's on and the song is the prize", (la batalla está encendida y la canción es el premio), o sus gruñidos morales, "nothing ever lasts FOREVER!" (nada dura para siempre!), una obertura necesariamente catártica, tal vez, es el entusiasmo del rock and roll el que pone la valla en por lo menos la mitad de ''Different Gear... desde Bring The Light, un retozado y maniaco homenaje a Jerry Lee Lewis suficiente para superar su banal "baby, c'mon" al libre blues rock de Three Ring Circus y el jameo a lo Plastic Ono de Standing On The Edge Of Noise. Más deslumbrante y estridente es Beatles and Stones, la declaración de la misión de Gallagher de que él "va a resistir el paso del tiempo" al igual que sus iconos titulares en un garage rock contradictorio entre el My Generation The Who y Failure de The La's.
Si Beady Eye no fueran más que las pelotas de un pony en la pared de un solo truco, éste sería un debut aceptable. Pero esto está por encima y más allá de lo que esperas gracias a que la mayoría opta más por la belleza melódica que el bullicio sonoro, mucho crédito debido a la claridad del toque del productor Steve Lillywhite de extraer la voz más brillante de Liam en siglos. Tanto en Millionaire, una joya glam con el slide setentero de guitarra, y el delirio romántico de For Anyone que muestra una sublime sensibilidad pop. Pero las grandes armas, están aquí en las baladas épicas, los encendedores estarán en lo alto con Kill For A Dream, la alternativa nostálgica a Four Letter Word después de la autopsia de la separación, que podría reducir a los fans de Oasis hasta las lágrimas. "Life's too short not to forgive," (La vida es demasiado corta como para no perdonar), canta Liam, "I'm here if you wanna call."(Estoy aquí si deseas llamar), esta agitada outro pronto es eclipsada por la emotiva Wigwam culminando después de seis minutos en un coro gospel con Liam cantando "Coming Up" desde las profundidades de la desesperación.
Lo mejor, sin embargo, se guarda para el final. The Beat Goes On es un cuento de hadas en una melodía de ELO (Electric Light Orquestra), Liam ponderando su propia muerte y es recibido por un coro celestial de ángeles en el equivalente al Dont Look Back In Anger de Beady Eye."It's not the end of the world/It's not even the end of the day." (No es el fin del mundo / No será hasta el final del día), al parecer insuperable hasta que The Morning Son se ondula en la marea de Champagne Supernova, Liam solo, guitarra acústica y un tsunami de patetismo: "I stand alone/Nobody knows/ The morning son has rose." (estoy solo / Nadie sabe / El hijo de la mañana se ha elevado). Es un golpe de estremecimiento que induce al genio, Gallagher con eficacia, sereno ante su propio renacimiento como la música suavemente estalla hacia un final frenético que recuerda al trabajo de Lillywhite con The La's en Looking Glass. Impresionante, de hecho.
Si el Liam Gallagher de Oasis fue el más grande cantante de todos los tiempos, con Different Gear, Still Speeding de Beady Eye ha creado otra gran banda británica de guitarras que justifican ese honor. Y si la batalla está encendida, entonces, muchas casas de apuestas deben estar horrorizadas. Este disco diezma todos los prejuicios negativos. La media de puntuación era de uno a nada por Our Kid. Ahora está sobre tí, ahora es el hermano mayor.
Simon Goddard.
Descargar: The Beat Goes On (Q50) / / Four Letter Word / / Millionaire / / The Morning Son / / For Anyone
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