viernes, 11 de diciembre de 2009
Zoé derrumba Lima con su avasallante sonido
Mexicanos ofrecieron ''espacial'' concierto en discoteca de Lince
Una gran expectativa rodeaba el primer concierto de Zoé en Lima. ¿Cuáles eran los principales motivos? Para comenzar, la gran cantidad de veces en que la prensa especializada nombró a los mexicanos como “el acto al que hay que ir”, y a la estela de importancia que rodea a la agrupación que ha pisado escenarios como el del mítico festival de Coachella. Pero nada de lo dicho o leído se compara a lo que los aztecas hacen en vivo: un lujo completo.
Pasadas las 11 de la noche, Zoé ingresa al pequeño estrado de la Discoteca Vocé de Lince y de inmediato se inicia “No hay dolor”, que dio inicio a una especie de “rave psicodélico”, y da paso a “Reptilectric “, uno de los puntos más altos de su discografía, tema que dio señales de lo que iban a ser las dos siguientes horas en dicho espectáculo.
“Sombras” fue otro de los tracks de “Reptilectric” que envolvió a todos los presentes en una masa de sonido y efectos que fue difícil de desprenderse. Y es que León Larregui tiene una voz sencillamente diferente que suena mántrica y perturbadora. La fiesta había comenzado y era turno de repasar antiguas canciones como “Vía Láctea”, uno de los mejores temas de la noche con marcada diferencia.
Banda se mostró agradecida y prometió regresar
“Vinyl” y “Miel” fueron las siguientes. La banda agradeció emocionada el efusivo recibimiento de los peruanos, resaltando que “era la primera y no la última vez” que aterrizarían por Lima. Entre aplausos, Zoé despachó su hit más radiable: “Nada”, que fue interpretada en forma más pesada, con los bajos y batería en sonidos mortales, que motivaron a una conexión épica con el público.
“Resiste”, “Fantasma”, “Corazón atómico” y “Luna”, fueron algunas de las canciones que se agregaron a la vorágine. En resumen, la etiqueta de “mejor banda de rock latino actual” le calza perfecto a este combo independiente que a fuerza de un cuidado estricto del sonido y las liricas está consiguiendo llegar donde pocos latinos han llegado. El 2009 se cierra entonces con uno de los más eclécticos y renovadores recitales. Sin duda, ha sido un gran año en espectáculos.
BURNAGE
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