domingo, 24 de abril de 2011

Beady Eye - ''Different Gear, Still Speeding'' (Rolling Stone España Review)



2 estrellas y media

LIAM GALLAGHER SE ESTRENA EN SOLITARIO CON UN APROBADO RASPADO. EL DISCO TIENE BUENAS CANCIONES, PERO SIN CHISPA. Y SUENA DEMASIADO A LENNON EN SOLITARIO, CON TODO LO MALO Y LO BUENO QUE ESO CONLLEVA. POR LINO PORTELA

Los Gallagher han querido llevar tan lejos su devoción por los Beatles que hasta en sus discos en solitario siguen una senda parecida. Lo primero que sorprende en el primer disco de Liam con su grupo Beady Eye es su parecido, más que razonable, con los trabajos de John Lennon en solitario. Y le ocurre lo que a Lennon: sus canciones son buenas, pero irregulares. Sólo hay que escuchar The Roller y luego Instant Karma! Aunque ni Oasis eran los Beatles, ni Liam es Lennon, el cantante salva la papelera con un aprobado raspado.

Las primeras escuchas son algo decepcionantes. Más parece un álbum de caras B de Oasis y se echa en falta la mano de Noel para ordenar un poco el asunto. Aún así no conviene desechar el estreno de Liam, que se dedica a escarbar en la raíces del rock and roll. Sin más. Vale, suena a territorio trillado, pero todavía fértil y festivo; y sus canciones, sin ser obras maestras, van ganando con cada escucha.

Different gear, still speeding, que se podría traducir como ‘diferente marcha, pero todavía con velocidad’, empieza bien. Se abre con unas mordientes y psicodélicas guitarras y un ritmo galopante en Four letters word. En Millionaire comienza esa sensación de deja vú, que se remata, como ya hemos dicho, en The Roller. Lo mismo ocurre en Beatles o Stones, donde Liam habla de “ser capaz de resistir el paso del tiempo como los Beatles o los Stones”, y curiosamente lo hace con una canción que recuerda a My Generation, de los Who.

La cosa remonta con Wind up dream, que es como si Lennon cantase en Oasis. Pero en unos Oasis sin chispa. Más rabioso y chuleta se muestra en Bring de light, con rock and roll simple y directo. En eso, y en las canciones sobre el amor, la esperanza y la vida, incide Liam a lo largo del álbum. Pero lo sentimos, Liam: el disco está bien, pero esperábamos más.

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