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Hablamos con el fundador de Creation Records, bastión del pop inglés de los 90, quien presentó en Barcelona un documental sobre la historia del sello
Alan McGee habla por los codos, con la chispa del que no tiene nada que perder, sin tapujos.Fundó la discográfica independiente Creation Records con unos ahorrillos. Acabó siendo la meca del pop que tuvo en su roster a My Bloody Valentine, Teenage Fanclub, The Jesus and Mary Chain y lanzó a Oasis, el grupo que marcó un hito en la historia del britpop.
¿Y marcó su final? "No lo sé, pero es una lástima que el britpop haya acabado siendo Coldplay. Chris Martin parece un profesor de geografía de dos metros de alto y un miembro viril (él utilizó otra palabra) diminuto. Lo sé porque sus pantalones no abultan nada", razona McGee. Sin tapujos.
"Teníamos mucho morro"
El documental Upside down: The story of Creation Records, que se puede ver el sábado en el Festival In-Edit de Barcelona, recoge de una forma "bastante fiel" cómo fueron aquellos 15 años de la discográfica.
"Me sorprendió que me gustase porque a veces es muy crítico", confiesa el escocés."Hicimos historia cuando vendimos 20 millones de discos y seguíamos diciendo: "Que te den".
Eso fue lo más importante del asunto, porque es fácil ser insignificantes y decir eso, pero nosotros teníamos mucho morro y más cojones", dice sin alzar la voz, asido a una botella de agua -atrás quedaron los estragos de drogas y alcohol- y con un fuerte acento escocés que hace sudar incluso a la traductora.
Su juventud les daba la temeridad e ignorancia necesarias. "Nunca entendimos qué hacíamos, eramos unos críos, pero el resto captó el "que te den" que le dedicábamos a la industria discográfica".En 1992 le vendió a Sony la mitad de Creation, que estaba en bancarrota.
Dos años más tarde, con el debut de Oasis, ganó un millón de libras. No fue suficiente para pagar sus deudas, y tras una renegociación, en 1999 se la vendió entera a Sony.
"Me alegro de haberlo dejado antes del fin del milenio, cuando la industria aún no estaba de rodillas", dice.Ahora no escucha mucha música -de los tres discos que se ha comprado este año sólo le gusta el de Carl Barat-, y prefiere ver películas de Kenneth Anger y leer libros alemanes de magia sexual.
Su espinita es no haber tenido a The Stone Roses y The Strokes, pero "sin ellos también fue un muy buen sello".
EL APUNTE
Champán en el 10 de Downing Street
Cuando Tony Blair ganó sus primeras elecciones, se apresuró a convocar a los representantes de la 'Cool Britania' , entre ellos McGee y su protegido, Noel Gallagher. El encuentro sería después muy criticado pero McGee siempre ha asegurado que no se arrepiente.
EL PODIO DE SUS DISCOS
'Definitely Maybe', de Oasis. "Siempre me han gustado mucho. Éste disco y el segundo, 'What's the story (Morning glory)', son mis preferidos".
'Screamadelica', de Primal Scream. "Cuando volvió a editarse vi lo bueno que es. Lo escuchaba en el ordenador de mi mujer y me volví a enamorar de él".
'Loveless', de My Bloody Valentine. En parte motivo de la quiebra de Creation. Costó dinero y años. Sigue influyendo a bandas como Mogwai y Animal Collective.
ADN.es
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