lunes, 22 de junio de 2009

Nostalgia ‘britpop’















Blur y Oasis: llega la versión 2009 | Retornos y reediciones se esfuerzan por reivindicar el movimiento de los noventa

Fotos en blanco y negro, recopilatorios, grupos que se reúnen a pesar de odiarse y notas aclaratorias: "En 1993, un roadie de Manchester llamado Noel Gallagher...".

El britpop, aquel sarpullido de nacionalismo musical que estalló en la Gran Bretaña del primer Tony Blair y que acabó implosionando en una nube de egos y cocaína, cumple 15 años y es lo suficientemente antiguo para recibir el tratamiento historicista por el que ya pasaron antes el punk o el grunge. Como guía oficial, acaba de aparecer un triple CD -formato verdaderamente exótico para los consumidores de música nacidos en torno a los noventa, más o menos cuando el Melody Maker declaraba a Suede "la mejor nueva banda de Inglaterra"- con el título Common People: The Britpop story (Universal). Allí están los padres fundadores (Paul Weller, que por aquella época resucitaba, o The Stone Roses, a los que tanto saquearon las nuevas bandas) y los hits imprescindibles hoy en una boda de treintañeros (además de Common People, Alright de Supergrass y Mulder and Scully, de Catatonia) y que recuerdan la ambición populista de parte del britpop - "¿cuántos carteros pueden silbar una canción de Sonic Youth?", se preguntaba Noel Gallagher-. Tampoco faltan los que desviaron el canon (Elástica, por ruidosos; Superfurry Animals, por raros; Saint Etienne, por no abjurar de la electrónica y saber deletrear "Gainsbourg") y los que pasaban por allí. Véase Menswear, Denim o Kula Shaker. Incomprensiblemente, hay dos bandas que faltan en el recopilatorio: Blur y Oasis.

Ambas tienen su propia excusa de actualidad. Los primeros se han reconciliado tras una década de acritud, que arrancó con la expulsión del grupo de Graham Coxon. Encabezarán un Glastonbury que, ante la crisis ha preferido no ahondar en el experimento hiphopero y volver a la nostalgia, que es más rentable.

Oasis, por su parte, protagoniza una serie de fotografías que la retratista Jill Furmanovsky tomó de ellos en su momento álgido y que Christie's sacará a subasta el próximo 1 de julio en un lote que arranca en más de 21.000 euros. Además, Liam Gallagher ha sacado a la venta su línea de ropa Pretty Green, un ejercicio de nostalgia en sí misma. Todo aquel que lució un gorro de pescador el verano de 1996 encontrará ahí su reedición.

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